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Espiritualidad Ignaciana

CSI Espiritualidad Ignaciana

Tanto los estudiantes, como el personal del Colegio San Ignacio de Loyola, tienen la oportunidad de vivir diversas experiencias que puedan ayudarles a fortalecer su relación con los miembros de la comunidad, consigo mismos y con Dios. Junto al gran quehacer evangelizador de la Iglesia, vivimos la experiencia de la fe católica en la celebración de los tiempos litúrgicos y en momentos espirituales particulares.

Espiritualidad Ignaciana:
La llamada a la santidad que Dios nos hace puede vivirse a través de diversos caminos.  San Ignacio de Loyola traza una senda particular: preparar y disponer el alma para encontrar la voluntad de Dios a través del examen de la conciencia, la meditación, la contemplación y la oración.  Esta ruta espiritual ignaciana se hace realidad en el CSI a través de los distintos espacios en los que se invita a todos los miembros de la Comunidad a fortalecer, celebrar y vivir su fe. 
 
Pausa Ignaciana:
Todas las tardes, antes de culminar el día escolar (1:55pm), hacemos un alto en nuestras labores y hacemos la Pausa.  La Pausa es una versión breve del examen que San Ignacio de Loyola propone.  Busca reconocer la presencia de Dios en el día, agradecer las bondades recibidas, pedir perdón por las faltas cometidas, pedir las gracias necesarias y considerar algún propósito de enmienda.   Mira esta Pausa (hyperlink) Ignacia hecha por uno de nuestros estudiantes. 
 
Retiros de grado:
Cada clase tiene la oportunidad de participar de una experiencia de retiro durante el año escolar.  Organizamos una jornada de oración, reflexión y dinámicas.  Aunque cada retiro tiene un eje central distinto, la intención del día sigue siendo la misma: conocerse, conocer a Dios y comprometerse a seguir fortaleciendo la relación con Él y con los demás. 
 
Kairos:
Los estudiantes de 11mo y 12mo grado son invitados a participar de una experiencia de retiro más intensa (4 días: miércoles a sábado).  Kairos se puede traducir como el “tiempo de Dios; ese acontecimiento sorprendente en el cual Dios irrumpe en nuestra vida, la ordena (con el consentimiento de nuestra voluntad) y nos ofrece los medios necesarios para hacer el bien, ser felices y alcanzar la salvación.